09 febrero, 2012

Estuve todo el mes mudo, mordiéndome los labios, mirándolo todo y apuntándolo mentalmente

Ryszard Kapuscinski (Pinsk, 1932), uno de los periodistas vivos más apreciados gracias a libros como Ébano, El Sha , El emperador o La guerra del fútbol, entre otros (editados por Anagrama), y premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2003, ha venido a Barcelona para recibir el doctorado honoris causa de la Universidad Ramon Llull, a propuesta de la Facultad de Ciencias de la Comunicación Blanquerna. 

Por Ignacio Vidal - Folch   

Pregunta. Tras décadas como corresponsal en lugares conflictivos y después de haber corrido los peligros que rememora en Un día más con vida, poco debe impresionarle esta distinción, ¿no es así?   

Respuesta. Me siento muy honrado. Esta clase de títulos académicos no suelen concederse a los periodistas, y son una prueba de que los medios de comunicación, que hoy son tan criticados, también tienen sus cosas buenas, su función, su utilidad.  

El sentido de la vida es cruzar fronteras

Existen pocos reporteros en la lista de los candidatos al Premio Nobel de Literatura. El polaco Ryszard Kapuscinski es uno de ellos. El más grande enviado especial de los últimos 50 años, el hombre que ha descubierto una nueva forma de mirar, publica en España un nuevo libro, 'Viajes con Heródoto', su gran compañero de viajes y maestro en el difícil arte de descubrir, escuchar y comprender al Otro, la obsesión de su vida y su obra.

por Ramón Lobo

Ryszard Kapuscinski tiene casi 74 años, una cadera dañada y unas inmensas ganas de viajar y de contar historias. Por las mañanas sube las escaleras que van de su casa del primer piso del número 11 de la calle Prokuratorska -en el apacible barrio de Sródmiescie.

"A menudo, cruzar una frontera resulta peligroso, es algo que puede costar la vida. En Berlín hay un cementerio con la gente que no lo logró".

"Hay otras muchas barreras que no son físicas que también es necesario saltar: la de la cultura, la de la familia, la del idioma, la del amor".

"La hospitalidad entiende el encuentro con otra persona como un acontecimiento, como una oportunidad y una fiesta. Nunca como un problema".

08 febrero, 2012

Setenta años me enseñaron a aceptar la vida con serena humildad

Esta entrevista fue concedida en 1926 en la casa de Sigmund Freud en los alpes suizos. Se creía perdida pero en realidad se encontró que había sido publicada en el volumen de "Psychoanalysis and the Fut", en New York en 1957. 

por George Sylvester Viereck
Traducción del ingles al portugués por Paulo César Souza 
Traducción del portugués al castellano por Miguel Angel Arce 
S. Freud: Setenta años me enseñaron a aceptar la vida con serena humildad.

Quien habla es el profesor Sigmund Freud, el gran explorador del alma.

El escenario de nuestra conversación fue en su casa de verano en Semmering, una montaña de los alpes austríacos. Yo había visto el país del psicoanalisis por última vez en su modesta casa de la capital austríaca. Los pocos años transcurridos entre mi última visita y la actual, multiplicaron las arrugas de su frente. Intensificaron la palidez de sabio. Su rostro estaba tenso, como si sintiese dolor. Su mente estaba alerta, su espíritu firme, su cortesía impecable como siempre, pero un ligero impedimento en su habla me perturbó. Parece que un tumor maligno en el maxilar superior tuvo que ser operado. Desde entonces Freud usa una prótesis, lo cual es una constante irritación para él.  

"El arte seguirá vivo porque todos somos creadores"

Diálogo entre Ryszard Kapuscinski y John Berger
por La Jornada

 J.B. Quisiera empezar esta velada con este fragmento tuyo, Ryszard: 

“Del mismo modo que Colón vivió en una época de grandes descubrimientos geográficos en la que cada expedición modificaba el cuadro del mundo, hoy nosotros atravesamos una época de grandes descubrimientos políticos, en la que revelaciones siempre nuevas cambian incesantemente el cuadro de lo contemporáneo”, a saber, lo que significa estar vivos hoy día. 

Este tema me gustó para hablar de la relación entre historias o relatos impresos y la experiencia vivida. Para ello, hay que abolir la palabra “ficción” que se inventó en el siglo XIX, cuando la gente pasaba largas veladas junto al fuego, empleando su tiempo en leer el mundo. 

También soy la suma de todas mis metidas de pata

por Jorge Majfud 

–Una visión humanista considera la historia como un producto humano, producto de la libertad de sus individuos y de los diversos grupos que la han realizado e interpretado. Una visión antihumanista afirma que, por el contrario, esos individuos y esos grupos son el resultado de la historia misma y su libertad es una ilusión. Si me permití una limitación artificial dentro de este posible espectro, ¿dónde se situaría?

–Por lo que tengo caminado y escuchado, me da la impresión de que nosotros hacemos la historia que nos hace. Cuando la historia que hacemos nos sale más bien chueca, o es usurpada por los pocos que entre nosotros mandan, decimos que ella, la historia, tiene la culpa.

07 febrero, 2012

"Yo amo con el hígado, el corazón no tiene nada que ver con esto"

Quiero morirme un martes para no estropearle el fin de semana a nadie
Yo amo con el hígado, el corazón no tiene nada que ver con esto
Lo que me preocupa es que un niño muera porque no hay dinero para que sus padres lo curen


por Blanche Petrich

Lo que está sosteniendo a México, asegura Chavela Vargas, "son sus indios, su gente fuerte. Y sus dioses están pendientes, van a volver a reinar, fíjate que así va a ser. El gigante dormido va a despertar. Volverán a reinar los grandes, los justos, los hombres de verdad. Lo que empobrece al país, lo que hace a su sociedad conservadora e hipócrita, es la pérdida de identidad".

06 febrero, 2012

A menudo, la estupidez está muy cercana del error

Diálogo entre Umberto Eco y Jean-Claude Carrière
Traducción de María Teresa Meneses

Umberto Eco: En uno de mis libros hacía yo una distinción entre el imbécil, el cretino y el estúpido. El cretino no nos interesa porque es un individuo que en lugar de llevarse la cuchara a la boca se la lleva a la frente; no nos interesa porque es aquel sujeto que no entiende lo que le estás diciendo. Su caso es sencillo. Por el contrario, la imbecilidad es una cualidad social y, en lo que a mí respecta, también puedes llamarla de otro modo, dado que para algunos “estúpido” e “imbécil” son términos que se refieren a la misma cosa. El imbécil es aquel que siempre, llegado el momento, se le ocurrirá decir exactamente lo que no debería decir. Es el autor de metidas de pata involuntarias. Por el contrario, el estúpido es diferente; su déficit no es social sino lógico. A primera vista, tal parece que razona de una manera correcta; y resulta muy difícil darse cuenta, de inmediato, que esto no es así. Por eso es peligroso. (...) Te pongo un ejemplo. El estúpido dirá: “Todos los habitantes del Pireo son atenienses. Todos los atenienses son griegos. Por lo tanto, todos los griegos son habitantes del Pireo”. Te asalta la duda de que algo no está funcionando bien porque sabes que existen griegos de Esparta, por ejemplo. Pero eres incapaz de explicar, expeditamente, en dónde y por qué el estúpido se ha equivocado. Tendrías que conocer muy bien las reglas de la lógica formal. Eso es, creo que deberíamos ocuparnos específicamente del estúpido. 

05 febrero, 2012

En Vietnam la honradez y la sinceridad son funciones de la dignidad del individuo

Dos grandes mujeres conversan: la Sontang y la Poniatowska
por Elena Poniatowska


Hace dos meses en Nueva York, Susan Bergholz me dijo: "Susan Sontag está muy enferma con una leucemia muy avanzada, la tienen totalmente aislada, nadie, salvo su hijo, la puede ver. Hablo con frecuencia con David Reiff, su único hijo". Resulta que Susan había sido baby sitter de David cuando niño, se querían mucho y ambos estaban desolados.

Ahora los desolados somos nosotros porque con Susan Sontag desaparece la conciencia crítica de Estados Unidos, la combatiente del gobierno de Bush, la feminista y la preocupada por el dolor de los demás.

04 febrero, 2012

Yo no soy surrealista. Nunca he estado fuera de la realidad. Siempre he vivido en su esencia.

El pintor español Pablo Picasso inició a los catorce años, en Barcelona, sus estudios de pintura, que más tarde continuaría en Madrid. En 1901 se trasladó a París, donde instaló su estudio en Montmartre. Allí se vería influenciado por pintores como Tolouse-Loutrec y Degas. Desarrolló su propio estilo a través de las numerosas transformaciones experimentadas a lo largo de su increiblemente productiva carrera. Sólo en la primera década del siglo atravesó los periodos azul, rosa y precubista antes de embarcarse en el cubismo, movimiento que fundó junto con el pintor francés George Braque y que rechazaba las formas tradicionales de representación basadas en la perspectiva. Sin embargo, Picasso y Braque terminarían rompiendo en 1914. 

por Jerome Seckler 

Durante los años veinte, mientras seguia pintando al estilo cubista, Picasso diseñó vestuario para los Ballets russes de Diaghilev. Uno de sus cuadros más famosos, el Guernica (1937), expresaba su horror ante un bombardeo de la ciudad vasca del mismo nombre en la guerra civil española. Fue nombrado director del Museo de Prado durante la etapa de la República, desde 1936 hasta 1939, aunque estuvo ausente de Madrid esos años. Pasó la mayor parte de la II Guerra Mundial en París y se unió al partido comunista tras la liberación de la ciudad. Esta toma de posición fue la que motivó el interés de New Masses. La última etapa de su carrera la pasó experimentando con diferentes técnicas, como la litografía, la escultura y la cerámica, además de creas numerosos tapices. 

03 febrero, 2012

Yo nunca estuve peleado con la Argentina, estuve peleado con los milicos

Es el poeta argentino de mayor prestigio, más estudiado y premiado de su generación, la de los años 60-70. Vive en México y está en el país precisamente para asistir a una serie de homenajes con motivo del cincuentenario de su primer libro, "Violín y otras cuestiones". Con Ñ, habló de la lengua popular, del llamado "coloquialismo" y de poesía mística y de política actual. Además, un análisis de su obra, por Jorge Boccanera, y algunos poemas suyos.

por Vicente Muleiro y Eduardo Pogoriles 

Parece haber vivido casi todo como un maduro cantante de tangos que vuelve de la guerra. Conserva esa voz ronca, la mirada dolorida, la elegancia de movimientos, el hábito de fumar y decir lo que piensa. "En definitiva lo que importa no es ni aquello sobre lo que el poeta escribe ni la generación a la que pertenece, sino la poesía que hace, su autenticidad", dice Juan Gelman.

Vive en el Distrito Federal de México —"en el barrio Hipódromo Condesa, creo que le pusieron Hipódromo cuando se dieron cuenta de que un porteño como yo vivía ahí", dice sonriente— pero ahora está en Buenos Aires por una semana repleta de homenajes públicos.

02 febrero, 2012

"Hay que renunciar al descubrimiento de la propia homosexualidad"

Michel Foucault
"sexo, poder y gobierno de la identidad 
Traducción del inglés de Luis Cayo Pérez Bueno
 
• En sus obras, da a entender que la emancipación sexual es menos la revelación de las verdades profundas sobre uno mismo o su deseo que en un elemento en el proceso de delineación y construcción del deseo. ¿Qué consecuencias prácticas se derivan de esta precisión? 

Lo que quería decir es que, a mi juicio, el movimiento homosexual tiene más falta de un arte de vivir que de una ciencia o un conocimiento científico (o pseudocientífico) de lo que es la sexualidad. La sexualidad forma parte de nuestro comportamiento, es un elemento más de nuestra libertad. La sexualidad es obra nuestra - es una creación personal y no la revelación de aspectos secretos de nuestro deseo-. A partir y por medio de nuestros deseos, podemos establecer nuevas modalidades de relaciones, nuevas modalidades amorosas y nuevas formas de creación. El sexo no es una fatalidad, no; es una posibilidad de vida creativa. 

Los jóvenes de hoy me parece que tienen muchas menos esperanzas

Marco Viglino, un magistrado de Turín acaba de dar a conocer una entrevista inédita con Primo Levi realizada hace tres décadas. Vigliano, que entonces era sólo un joven de menos de 20 años, autorizó ahora una larga conversación jamás revelada con el autor de Si esto es un hombre

por Marco Viglino 
 
-Me sorprendió su deseo de dar a conocer su testimonio sobre la trágica experiencia en el campo de concentración. ¿Cuándo nació ese deseo? 

-Este deseo, tan común en otros, nació en el Lager mismo. Queríamos sobrevivir también y sobre todo para contar lo que habíamos visto. Era un discurso común en los pocos momentos de tregua que nos concedían. También era un deseo humano: usted no encontrará un detenido en los campos que calle. (No, me corrijo, hay quienes prefieren no contar, por que fueron heridos de tal manera que decidieron o debieron censurar su pasado, lo sepultaron para no sentirlo más sobre ellos). Pero en primer lugar está la necesidad de sacarse el peso, de sacarse de encima lo que uno tiene adentro, aunque también existen otros motivos. Existe acaso también el deseo de hacerse valer, de hacer saber que sobrevivimos a ciertas pruebas, que fuimos más afortunados o más hábiles o más fuertes que otros.