Luego de una presentación en el
Teatro Teresa Carreño en Caracas, Chavela Vargas concedió esta entrevista en 2001, a la Revista Primicia de el Diario El Nacional, poco después de cumplir 90 años el 17 de abril. La trascendente Señora nació en San Joaquín de Flores, Costa Rica un abril 17 de 1919 y murió hoy 5 de agosto de 2012 en Cuernavaca de su amada México.
Por Yoyiana Ahumada
Corrían los años 60, Chavela era uno de los tantos símbolos
que la revolución latinoamericana exportó hacia el mundo. Pantalones mediante,
botella de tequila en mano y teniendo como maestros a Frida Khalo, Diego
Rivera, estremeció las tabernas de México “yo cantaba y nadie me hacía caso
hasta que José Alfredo Jiménez me descubrió…”
Quienes pudieron verla en México
cuentan que “era una mujer muy aventada
y sincera. Cantaba en la mitad del escenario con un reboso que le caía a un
lado, y su botella de tequila. Cuando dejaba de cantar se tomaba su trago, así,
sin ninguna pena. Siempre contaba anécdotas entre canto y canto. Era como un
símbolo de una época sobre todo por su frescura y su sinceridad porque por
encima de todo era ella”.
Sobrevivió la centuria bebiéndosela y corriéndosela en una
sola parranda, la de vivir. Costarricense de nacimiento, México la acogió para
convertirla en musa de José Alfredo Jiménez, Juan Rulfo, Carlos Monsiváis,
Joaquín Sabina, Werner Herzog y Pedro Almodóvar, la creadora de Macorina, se
prepara para iniciarse como sacerdotisa “a sus 82 siglos”.