Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros, Granada.
Septiembre 1931
Cuando alguien va al
teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta
es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él
quiere no se encuentren allí. 'Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre',
piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta
es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y
ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya
no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad
y es pasión.